Entrevista en “Selección literaria»

¿Qué lleva a un economista que se dedica a la comunicación a lanzarse a escribir una novela?

Escribir es algo que siempre me ha gustado. Supongo que cuando decidí iniciar esta aventura fue porque triunfaron las ganas que tenía de contar una historia, de abordar temas que me tocaban y quería compartir. Desde que comencé el proyecto hasta que se ha hecho realidad han pasado unos cuantos años, periodo en el que he podido madurar tanto la trama como el aspecto formal.

¿Con qué se queda de todo este tiempo de trabajo?

He disfrutado mucho escribiendo, sobre todo en esos momentos en que los personajes parece que toman vida y la historia vuela por sí sola. También recuerdo la primera vez que tuve el libro en mis manos: fue un momento mágico, al ver un sueño cumplido. Hoy en día el mercado literario es complejo, cuesta vender y las editoriales prefieren apostar por rostros conocidos que les ofrezcan más garantías desde un punto de vista comercial. Para un autor novel, publicar es un auténtico reto y
conseguirlo conlleva una gran satisfacción. Por último, me llena de alegría ver la buena
acogida que está teniendo la novela.

¿Por qué una obra romántica?

No sé. Era lo que llevaba dentro. En el fondo, el amor es el gran tema. He intentado contar una historia actual, del mundo de hoy; recrear situaciones con las que posiblemente conviven cada día muchos matrimonios: la dificultad para compaginar familia y trabajo, el estrés, la falta de tiempo para la comunicación… y que lógicamente repercuten en la calidad de las relaciones interpersonales. Todo ello aderezado con una amplia galería de personajes secundarios para dar cabida a las buenas amistades, el odio y la envidia, el asesinato o la locura. Y también a los dilemas éticos que uno se puede encontrar en el ejercicio de la profesión. Es una historia romántica, sí, pero aderezada con
altas dosis de intriga. Habla de la dificultad para conciliar familia y trabajo.

¿Cree que la conciliación es uno de los grandes retos de la época en que vivimos?

Pues seguramente. Mi novela es fruto de una mirada reflexiva al mundo que me rodea y creo que, de uno u otro modo, todos afrontamos esa dificultad en primera persona. He querido plantear un problema que no tiene fácil solución, porque vivimos muy deprisa; pero al que, consciente o inconscientemente, todos sin excepción damos respuesta en función de las
elecciones que realizamos en nuestra vida.

En la novela hay abundantes y vivas descripciones de Roma, ¿se podría decir que es un personaje más?

Sí. Al principio, la historia se desarrollaba en España; cuando cambié la ambientación a Roma, la novela despegó. Es un marco muy adecuado para una trama romántica. He tenido la suerte de vivir en Roma siete años y debo reconocer que es una ciudad que me apasiona. La he saboreado y conocido a fondo; no como
turista, sino como romano, sin prisa. Muchas escenas de la novela se desarrollan en lugares emblemáticos de la ciudad, de gran belleza, que me han permitido dejar volar la pluma con un punto de lirismo. También, el hecho de que uno de los protagonistas sea de origen español ha dado pie para sembrar la narración de comparaciones entre la cultura italiana y la española, que tienen bastantes aspectos en común, pero también muchas diferencias.

Después de esta primera experiencia literaria, ¿cree que habrá continuidad? ¿Será porque te amo va a ser el comienzo
de una larga serie?

No sé si de una larga serie… pero desde luego sí que me gustaría escribir más novelas.